Después de estrenar su primera película en Julio del año pasado, y continuar con un papel protagonista en una de las series de más éxito en la pequeña pantalla, se acerca el estreno de Fuga de cerebros, la última película en la que ha participado Blanca.
A pesar del éxito que está teniendo la joven, Blanca sigue siendo la misma chica simpática y risueña de siempre, sin dejar de lado ese toque de timidez que le caracteriza. Y por eso, no podíamos dejar pasar la oportunidad de charlar un rato con la actriz para que nos contara como ha vivido ella y su familia todos estos cambios, cuales son sus próximos proyectos, etc. Quedamos en la cafetería del hotel Emperador, en plena Gran Vía madrileña y a lo largo de casi, una hora nos dio tiempo a preguntarle de todo…
Antes de nada, muchísimas gracias por tu confianza en la web y haber otorgado la oficialidad de la misma… Es un placer dedicar el tiempo a una actriz que promete…
Está super bien, me encantó de verdad.
Muchos pensamos que para ser una recien “estrenada”, eres una de las grandes promesas del mundo de la interpretación y que llegarás muy lejos si sigues trabajando como hasta ahora… ¿Tu como te ves?
(Risas) No sé… Me halaga que piensen eso claro, aunque no hay que creérselo demasiado, porque cualquiera sabe… (Risas) La vida da muchas vueltas…
Aunque en televisión y cine acabas de empezar, recibes formación en el teatro desde hace mucho tiempo, ¿no? ¿Consigues compaginar ahora proyectos, universidad y teatro?
Bueno, este año la he dejado más apartada, estoy matriculada en dos… Es más algo “simbólico” (Risas). Y las clases de teatro si que procuro todos los Viernes ir yendo, casi siempre.
¿Y de teatro tienes proyectos?
No, de momento son sólo clases… Con un grupo de amigos, tenemos una pequeña compañía…
¿Formas parte de la compañía?
Sí, lo que pasa es que puedo colaborar poco porque con lo rodajes y eso no he podido comprometerme mucho a ensayos y tal…
Terminasteis de rodar casi a finales de año… ¿Qué has hecho desde entonces? ¿Te has dedicado a descansar, has realizado otros trabajos, te has ido de vacaciones…? Creo que has estado por Berlín con Ana y Elena, ¿no?
Si, con Elena y Ana… Nos dio de repente un “yuyu” y dijimos “¡Vámonos!”. Fue en plan “¿A dónde?”, “A Berlín”… Error, porque hacía muchísimo frío… Era bastante terrible.
¿Y has hecho algún otro proyecto?
No… Ahora dentro de un par de semanas tengo tres sesiones de una peli, El Consul de Sodoma y nada, es un pequeño papel, nada más…
¿Proyectos de cine?
No… Hay algún guión, que te lees, pero de momento nada…
Hace poco más de un año, eras una chica desconocida que hacia una vida normal y de repente, cuentas ya con dos películas y un papel en una de las series de más éxito de la televisión. ¿Cómo se lleva ese cambio?
Es que tampoco soy tan conocida…
¿No te paran por la calle?
Últimamente más… Porque en la última temporada he tenido más papel pero… Sí, en las tiendas es otra historia. En la calle es distinto. El otro día estaba en Oysho, comprándome ropa interior, mirando la talla, no sé, lo normal… Y de repente vinieron dos chavalitas para hacerse una foto y si claro, por supuesto. Pero te quedas ahí, que no sabes si dejar la ropa interior, no dejarla… (Risas) Si ya de por si te están mirando lo que te estás comprando, no puedes ver cualquier cosa.
En tu casa, ¿cómo lo han vivido?
Pues les hace gracia… Y me acuerdo que mi madre si que lo ha visto más, el que te paren por la calle, que alguien comente… Está que ya le da un poco igual, antes se reía, pero mi padre que por ejemplo no lo ha visto nunca y estas vacaciones fuimos a esquiar a Francia, estábamos en una chocolatería, no había nadie, y entró una pareja de españoles, y se nos quedaron mirando (risas) y mi padre como que se queda más sorprendido… Pero vamos, ya están más acostumbrados.
¿Y tus amigos? ¿Mantienes los de toda la vida? ¿Cómo llevan eso de ir por la calle o estar tomando algo y que se te acerquen a hacerse fotos?
No es que se rían, pero es que a ellos son los primeros a los que les hace gracia. El otro día, fuimos a ver la cabalgata, el día de Reyes, y lo mismo, que si foto, no se que… Y ellos estaban como riéndose, porque les hace muchísima gracia.
Tu última película fue Fuga de cerebros. Se sabe poquito de la película, y de lo que más han hablado es de lo referente a Amaia Salamanca y Mario Casas que son los protagonistas… Háblanos de tu personaje en la película.
Bueno, es un personaje que de momento nunca se llega a saber como se llama (risas). La llaman “Voz”, “Voz angelical” porque es la locutora de la radio de la universidad. Entonces, por unas cosas y por otras, pues nunca se llega a saber como se llama. Es más, siempre se ha dicho que es un personaje de ciega, pero, no se llega a saber… Durante la película no se sabe que es ciega, pero hay un punto en el que si se descubre. Conoce a los chavales que llegan a la universidad…
¿Cómo te has preparado para interpretar a una persona ciega? Hace poco estuve viendo Molly Sweeney, una obra en la que trabaja Rául y la protagonista interpretaba a una persona ciega y realmente me parecía increíble ver como lo hacía porque realmente parecía que la actriz era ciega.
Lo que pasa que en este papel, como hay cinco minutos de la película, desde que ella aparece hasta que se sabe que es ciega, no se sabe que es ciega… Ni llevas lentillas, ni haces movimientos con los ojos… Que si no te lo dicen, puede pasar por una persona que ve, más o menos… Que ves que pasa algo raro, pero nada más. Desde el primer momento me dijeron que iba a ir a clases, con una preparadora, pero que no tenía que ser nada exagerado porque entonces no puedes recrearte, como el otro personaje de la película que es ciego, Alberto Amarilla, que es espectacular porque es ciego de verdad y se sabe desde el principio. Es un ciego que no lo admite, hace vida normal, juega al futbol… Y durante este verano estuvimos yendo a la ONCE…
¿Para formaros?
Claro… Sí, hay mucha gente que se dedica a que si por ejemplo has tenido un accidente, y te quedas ciego de repente, hay gente que digamos que te enseña a comportarte como una persona ciega: Moverte en tu casa, ir a una tienda a comprar ropa. Te enseñan a llevar la vida de una persona ciega. Y nos estuvieron varias semanas dando clases, con antifaces, sacándonos a la calle…
¿Estando en la calle también?
Sí, si… Con antifaz, bastón… Estuvo super bien, la verdad.
Hablemos de la serie que realmente ha sido tu salto “a la fama”… ¿Qué puedes contarnos de Julia que todavía no se haya dicho?
Mmm… No sé, la línea del personaje está ya muy marcada y está requete contada…
Yo creo que los guionistas van viendo sobre la marcha… Y creo que Yon y tu, sois un poco como Raúl y Marta, que habéis sido el “boom” en cuanto a química entre los actores que interpretan a dos personas que son pareja, y vais a seguir adelante… Por lo general, la gente está respondiendo muy bien.
A mi me gustaría, en cuanto salga en DVD la cuarta temporada, comprarla (risas), verla tranquilamente… Pero a mi en los capítulos, es una pareja que si que me la creo.
Parece que entraste con fuerza, luego pasaste un poco desapercibida durante unos capítulos, hasta que la trama de Cayetano cogió más fuerza… ¿Cómo has vivido esa evolución?
El problema es que cuando entras en una serie, no es lo mismo que una peli, que tienes el guión: sabes como empiezas y sabes como acabas. Yo cuando entré en la serie no sabía que iba a haber fantasmas, me enteré esa misma temporada (risas). Y claro, si desde el principio hubiera sabido, no que iba a haber fantasmas, sino lo que le había pasado hace tres años, que vio a su padre… A lo mejor las cosas hubieran ido por otro camino. Pero yo creo que he tenido un tiempo de adaptación y aprendizaje sobretodo. Me han dado la oportunidad, y el tiempo necesario y las pausas en el personaje como para asimilar lo que he ido aprendiendo, y para poder ponerlo en práctica.
¿Tanto se aprende en los rodajes?
Mogollón… Mogollón… Sobretodo en la tele que es tan rápido… Ahí te tienes que sacar tu las castañas del fuego en un momento, si no tienes ensayos, no tienes ensayos, si tienes que ir a toma, pues vas a toma y ya está. Pero se aprende mogollón.
¿Y crees que se aprende más en teatro o en televisión? Porque en cine quieras que no, tienes más tiempo, pero por ejemplo en el teatro es muchas veces improvisación… Tienes a la gente delante, y tiene que salir.
Buff… Pero tablas, tablas de verdad, te las da el teatro. En la tele aprendes, resuelves… Pero claro si te gusta de verdad la interpretación, pasar los nervios y la histeria de salir al escenario y tener un mogollón de gente mirándote…
Tiene que ser impresionante… Una sensación única.
Es terrible, yo lo paso fatal… Pero es cuando realmente lo saboreas en el mismo momento, porque en tele o cine, haces una secuencia, hasta que la ves, pasa mogollón de tiempo, pero en teatro, tu lo estás haciendo y ves las reacciones. En una hora y media puedes preguntar… No sé, es otra vivencia, es que realmente lo vives. Es una hora y media no solamente de trabajar en una secuencia de cinco frases, es una hora y media de… te metes y te enrollas, te enrollas hasta que ya acabas y te vas a casa, pero es una hora y media como, no sé, metido en otra cosa. Dejas de ser tú…
Ahora mismo compartes muchas escenas con Yon González, un excelente actor por cierto. ¿Qué nos puedes contar de él? Tiene que dar gusto rodar con él, juntos tenéis mucha química y ambos tenéis un poder de transmitir en cada escena que es increíble, algo vital en esta profesión por cierto.
Es que es tan instintivo… Porque, yo no he estudiado nada tampoco, pero trabaja como tan pasional y tan “que lo da todo” en ese momento… Por ejemplo en los últimos capítulos, con toda la trama del bosque, y demás, yo iba con cuarenta mil capas porque hacía un frío que helaba, pero él iba con el traje, la camisa y ya. Además es que dijo “no me pongáis ni camisas térmicas, ni mayas térmicas ni nada de eso, porque no, porque yo lo quiero vivir…”. Es que es como… ¡Es arrollador! Tiene una personalidad además, siendo Yon González, es tan sencillo y tan normal, se entrega tanto a los demás, que currando y actuando es lo mismo. A cada parada es “¿Estás bien? ¿De verdad te sientes a gusto?”.
Además es que ahora, estáis empezando a compartir escenas más subidas de tono… Es importante estar a gusto el uno con el otro.
Si, pero es alguien que lo da todo, en ese momento lo da todo, todo, todo… Muchas veces lo miras, y… ¡Es increíble! Es que te vas agotada… Todos nos vamos agotados, pero es que tienes un desgaste físico… No sé, me parece genial. Y que capítulo a capítulo avanza una barbaridad… Es super instintivo, es increíble, es arrollador.
¿Cómo ha sido rodar estas últimas escenas en el bosque? Os veíamos, y creo que todos en general sufríamos con vosotros… Entre las escenas tan intensas que eran, el frío que debía de hacer en exteriores…
Fue cansadísimo… Lo hicimos creo en tres días, todo lo del bosque del penúltimo y último capítulo… Lo que pasa que hicimos un día, y estaba previsto para el día siguiente, pero justo nevó esa semana en la sierra, en El Escorial… Allí estábamos en El Escorial, y no podíamos por la nieve… Y tuvimos que esperar otras dos semanas a que mejorara el tiempo. Nos recogían a las seis y media o siete de la tarde, y el día que más tarde he llegado ha sido a las seis y media de la mañana a mi casa.
Os pondrán imagino un montón de mantas, etc…
Si, pero es que todo el mundo está igual… Por lo menos nosotros terminamos, y nos vamos corriendo a la caravana con el calefactor, pero el resto del equipo sigue preparando todo…
De todo lo que has hecho hasta ahora, ¿cuéntanos la escena que más te ha costado rodar?
No sé… Hombre, hay varias, sobretodo las de llorar, porque me cuesta mogollón… Ya estoy empezando a aprender pero me cuesta muchísimo. Y me acuerdo la primera en la que tuve que llorar, que era la del flashback del entierro del padre cuando se le aparece y todo eso, me acuerdo que desde que me recogieron de mi casa ya me puse mi música, la típica música que siempre te hace llorar, y ya desde el primer ensayo fue llegar y ya, romper a llorar y yo “No por favor, que sino luego no me salen…” (risas) y Marco, el director, me decía “No, pero ahora no, espérate” (risas) y es que no podía… Y me tiré como toda la tarde llorando…
¿Qué tal fue rodar la escena del psiquiátrico? Porque fue impresionante…
Eso fue increíble, porque eso se hizo en la entrada de Globomedia, en la misma entrada, y la gente está trabajando, la gente pasa, y viene… Y tu ahí gritando, pero es genial, porque te metes como en una burbuja, estás viviéndolo…
Empezáis a rodar en Marzo, por lo que imagino que no tienes ni idea de lo que te deparará la nueva temporada. Pero, visto desde el punto de vista de una espectadora como imagino que eres, ¿Qué te gustaría que le ocurriera a Julia? (A parte de no morir, claro…)
No sé, de todo… (risas) De todo lo posible que le pueda pasar. Es que no tengo ni idea, le pueden pasar tantas cosas…
No sé, no te gustaría por ejemplo ver como Julia e Iván llegan a algo más, y pasen un poquito más de la pasión a algo más serio…
Me gustaría que dejasen claro… Es que esa pareja siempre va a tener que si el orgullo de “No te digo lo que realmente siento porque soy demasiado fuerte para eso y voy y te doy un portazo”. Pero yo quiero alguna escena de realmente, de sentimientos…
Hubo una en la biblioteca…
Sí, algo más de pareja enamorada… No sé, un momento bonito… (risas)
Nosotros también lo esperamos…
Por favor, un beso, un te quiero… (risas)
Llega el Miércoles por la noche, emiten El Internado. ¿Qué haces? ¿Lo ves en familia, con amigos, con compañeros de reparto? Cuéntanos que hace Blanca Suárez un Miércoles por la noche cuando emiten el capítulo.
Mmm… Me quedo en casa, siempre. Con mis padres, a no ser que por alguna razón no esté, pero casi siempre lo veo en casa con mis padres. Se cena pronto y cuando empieza, se le da la vuelta a la tele (risas) y te pones en el sofá a verlo… Siempre suele venir alguien, algún amigo…
¿Y que haces, te autocriticas, te centras en tus escenas o simplemente estás pendiente de lo que pasa?
Hombre, me interesa lo mío porque creo que, cuando tu lo haces a cuando lo ves, no hay color (risas). Es curiosidad por saber como ha terminado tu parte… Pero sobretodo, ya hay un momento en que hablando con el resto de los compañeros, nos leemos sólo nuestra parte porque hay tanto lío, que si te lo lees por guión, es más lioso que verlo. Entonces hay muchas veces que te lo lees todo por encima, ves más o menos lo que pasa, te lees bien lo tuyo pero el resto de las tramas las dejas un poco… Entonces en el capítulo las ves, ves en que fase está la serie (risas) porque hay un momento en el que si tengo que seguir todas las tramas, no podríamos. Pero sí, soy muy crítica también…
Hablemos de Internet… ¿Cómo te llevas con los ordenadores? Por lo que sabemos, te defiendes pero lo básico…
Cada vez mejor… (risas) No, pero cuando conoces a alguien que sabe menos que tu, dices “¡Pero si yo sé muchísimo más!”, en plan de que sé más de lo que yo creo… Pero más o menos… Cada vez mejor.
No sé si se le suele preguntar esto a la gente conocida, pero ¿sueles buscar cosas acerca de ti para ver que es lo que se dice y no se dice sobre “Blanca Suárez” o no te preocupas de todo eso?
Sí, y creo que el que diga que no lo ha hecho nunca, miente. Hay un momento en el que ya no lo haces, pero al principio te hace gracia porque antes de buscarlo una misma, lo busca un amigo por la gracia, y encuentra fotos, tal… ¡Hace gracia! No sé, poner tu nombre en Google y que aparezcan cosas… Y claro dices “¿Qué dirán de mí?”, e igual que alguna vez todo el mundo se ha metido en algún foro… A lo mejor lo he hecho dos veces en mi vida, pero me he metido y he visto que hay gente que te insulta porque tu personaje le cae mal, pero que es normal, porque hay mucha gente que bueno, no recuerdo quien me lo contaba, que su personaje era malo malísimo, y por la calle las señoras le insultaban… Y dices “¡Pero bueno señora, que esto no es así…!” (risas)
Si, es cierto que a veces la gente no separa lo que es un personaje de lo que es el actor o la actriz…
Sí, pero lees cosas buenas, y cosas que te halagan y tal… Y volviendo a lo de buscar en internet, es igual que en Youtube, alguna vez también has visto un vídeo tuyo… Es más, el otro día lo puse y vi una entrevista que no había visto, una de El Mundo que habían colgado en la web y no lo había visto, y dije “¡Esto es nuevo!”…
¿Y no te resulta raro verte por Internet, en vídeos, buscadores…? Imagino que ya te habrás acostumbrado…
No, bueno ya me he acostumbrado… Pero cuando lo piensas friamente… (risas)
Tu página web, ya es oficial. ¿La conocías antes de haberte llegado la propuesta para hacerla oficial?
Sí, la encontró mi prima. Que mis primos si que son de meterse todos los días y ponen mi nombre y pinchan en todos los que salen… (risas) Y me dijo eso, que habían hecho una página y me metí… Claro, y todo el mundo “¿Pero sabes de quien es?” y yo “No, no…” y luego pues ya te conocí y eso.
¿Y que pensaste? ¿Qué fue lo primero que se te pasó por la cabeza? ¿¿Que el mundo se había vuelto loco??
Claro, siempre dices “¿A mi?” Osea, alguien ha perdido su tiempo libre en hacer una página a mi, en buscar información sobre mi… Y claro, te metes y ves cosas… ¡Lo de DT no lo sabía! Y un amigo mío se metió en la página y me llamó y me dijo “¿Sabes que estás entre las 50?” y yo “¿Cooomo?” (risas) Osea que yo misma me entero de cosas que no sé… (risas)
Es que además, al principio encontrar información fue complicadísimo…
Es que en mi D.N.I. pone Blanca Martínez Suárez, y cuando hice Eskalofrío, yo era Blanca Martínez, lo que pasa es que hay una chica catalana que se llama Blanca Martínez y cuando salió Eskalofrío, que empezó a rular por ahí la ficha técnica, notas de prensa de Eskalofrío, mezclaron los dos currículums de ella y mío, entonces estaba Blanca Martínez que había hecho unos trabajos, Eskalofrío, y más trabajos… Y se empezaron a mezclar y entonces tuve que ponerme Suárez. Entonces luego, cambiaron los créditos, etc.
Imagino que tiene que ser raro el estar navegando por Internet, y de repente encontrarte una web en la que tu eres la única protagonista… Tu biografía, tus fotos, tus vídeos… O ver que el “making of” del reportaje para la revista DT es uno de los vídeos más vistos…
Sí, bueno si son fotos tuyas tiene menos sorpresa, ya sabes cuando has hecho esas fotos, sabes que fotos son y demás… Pero me acuerdo una vez que vi que alguien había hecho un montaje con varias fotos, fotos que yo no he visto, fotos mías de antes de que se me conociera un poco, no sé, igual hace tres años que te haces una foto comiendo, no se (risas) y otras fotos de El Internado, y todo el montaje con música, y es lo mismo que lo de la página, alguien se ha puesto a hacer este vídeo, lo ha colgado, le ha puesto música, y dices “Bueno, que bien…”
Bueno, ¿y cómo te quedaste al saber que estabas entres las 50 mujeres más deseadas? ¿Qué sentiste?
No sé, me compré la revista. Pero había algunas cosas que a mi personalmente, no me cuadran (risas).
Sí, pero ha sido sacado por una encuesta en la que la gente ha votado… Ha votado por ti para que quedes un puesto 40 por delante de algunas de las más guapas…
No sé… Es que… Me hace mucha gracia… (risas) Se lo dije a mis padres, mi hermano ha dicho que se la va a enmarcar y se la va a poner en su casa, la hoja del suplemento… (risas) Bahh… Es una anécdota más… (risas)
Hay algo que te sorprendió, te extrañó, te emocionó de la web… Tengo entendido que alguna sesión de fotos aun no la habías visto, ¿no?
La mayoría de las fotos, no las había visto. Muchas sí, pero la mayoría no, porque muchas son de prensa y todo eso, y tampoco me he puesto a buscar en Internet. Pero no las tenía… Y de ahí si que a veces las copio para tenerlas yo…
Has visitado algún foro de la serie o dedicados a ti… ¿Has llegado a escribir en alguno?
No, nunca. No se me ha ocurrido meterme… Conozco de gente que si que lo ha hecho, en plan actores que han entrado y “¡Soy tal…!” pero a mi no me gusta mucho… Hace muchísimo que no me meto, me acuerdo que alguna vez me metí, al principio, de los primeros capítulos de la segunda temporada, hace un año y pico para saber que pensaba la gente del personaje… Porque viendo como tal… Es un personaje que no tiene que caer bien, lo normal es que al principio el personaje caiga mal. Y había gente que se crispaba con el, y entonces es que el objetivo estaba más o menos alcanzando… (risas)
Que gracias… (risas) Siempre gusta que alguien te diga que le gusta lo que haces, aunque te admire un pelín…
Bueno Blanca, un placer haber charlado un rato contigo…
A tí… Gracias.
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