martes, 24 de febrero de 2009

Reportaje Elena Furiase: “20 años, la primera pasión”

La directora

Gracia Querejeta trabaja en su nuevo guión, con el que espera sorprendernos tras el éxito de ’Siete mesas de billar francés’. Su primer amor le “estrujaba uvas en la cabeza durante el recreo. Es una manera particular de ligar… lo sé”. La directora cree en el amor eterno, “aunque seguramente tenga poco que ver con lo que entendemos por amor romántico. Dura, supongo, aquello que sabe envejecer bien. Claro que, cuando eres adolescente, este tipo de reflexiones te

importan un pito… normal, claro”.
Su película de amor es ’Tierra de penumbras’ de Richard Attemborough.

Los intérpretes

En primavera estrenará la nueva temporada de ’Física o Química’ (Antena 3) y obra de teatro: ’De cerca nadie es normal’, en el Teatro Amaya de Madrid (www.teatroamaya.com). Y es otro de los protagonistas de ’Gordos’.
Su filme romántico: ’Olvídate de mí’, de Michael Gondry.

Elena Furiase
La actriz volverá con ’El Internado’ (Antena 3). Su último estreno ha sido ’El libro de las aguas’, de Antonio Giménez-Rico.
Su película de amor es ’El diario de Noah’, de Nick Cassavetes.

A los 20. ESCENA 3 PARADA DE AUTOBÚS - DÍA

«El enamoramiento adolescente tiene algo de amor contra reloj. En realidad, como el comienzo de cualquier relación (a poco pasional que sea). Tengo la impresión de que no hay otra época tan singular para enamorarse como la adolescencia: qué prisa por acudir al encuentro acordado, qué ganas de rozar al otro, qué batalla contra el tiempo que se nos echa encima sin darnos cuenta, qué drama cada separación… aunque tal separación solo vaya a durar unas horas o días. El tiempo tiene una extraña y particular medida para los chicos y chicas jóvenes.
Visualizo a una pareja sentada bajo la marquesina de una parada de autobús levantada en una calle concurrida de la ciudad. Llueve, como si el cielo anunciara el momento de la despedida. Ella tiene la cabeza apoyada en el hombro de él y sujeta la muñeca de su compañero. Rodea esa muñeca un reloj que ella mira como si con sus ojos pudiera detener los segundos. De alguna manera, se trata de recoger ese instante de íntimo dolor cuando llega el adiós en medio de una ciudad ajena pero viva.»

Gracias a Samureta

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